Y hoy tengo una pregunta, ¿alguien me puede explicar que hay
de malo en eso? Porqué a priori yo diría que nada pero a veces me da la sensación
que no es así, que es más criticable escuchar a la Jurado que escuchar
Supersubmarina o Vetusta Morla.
Mis gustos musicales son muchos y variados. Puedo pasar de
escuchar Belle and Sebastian a Romeo Santos con un simple anuncio de una
playlist de Spotify. Eso sí, alguna vez, cuando he comentado algunos de estos
gustos, me ha sorprendido la cantidad de veces que alguien se le ha escapado un
“Qué dices?!”
No entiendo de música, ni la flauta sé tocar, en el cole
estudié historia de la música. No puedo hablar de acordes ni de bemoles. Sólo
puedo hablar de lo que me gusta y de lo que no me gusta. Y ese “Qué dices!”
parece como si me gustara escuchar el llanto de un bebé 6 horas seguidas.
Que diga que me guste Mocedades (maravilloso Eres Tú) y
alguien diga “Qué dices?!”, para mí es como si alguien dice, me gusta el verde
y alguien le dijera “Qué dices?!”. No sé, es totalmente respetable y allá tú con
el verde, a mí que más me da.
No tendríamos porqué sentirnos mal porqué nos guste lo que
nos gusta. Es el que dice “Qué dices?!” el que tiene el problema, pero muchas
veces no podemos controlarlo. Por eso me gustó tanto la frase que me comentó mi
hermana que leyó en Pinterest o una plataforma similar, la frase venía a decir algo
así,
Pues sí, me gustan los boleros, son románticos y sensuales a
la vez que elegantes. Para mí son ideales para cualquier ocasión pero más aún
por si estáis reparando un brunch en casa. Si es así, aquí os deja unas recetas
que os podrán ayudar.
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